sábado

viaducto

Mañanas de un ayer irreverente.
Solos.
Locos de alegría efervescente,
azules y caracoles de guitarra,
gentes distintas,
y perros,
y parras.
Eternas noches y eternos sueños.
Realidades avivadas por leños
de belleza sincopada,
de gentes; gentiles y bajos,
cubanos, saxofonistas
y músicas de escarabajo.
Armonías de la vida;
no tan loca ni tan desviada
ni tan estirada,
ni tan certera como pensara.
No había drogas ni alcohol ni malas vidas
solo sueños sujetos de bridas de tesón,
de tiento, de valentía,
roto el desaliento y el infortunio,
rota yo de alegría.
De palitos y chan chanes.
Mirando;
observando el futuro pasar,
la belleza de los que lo van a atrapar
y tu estás allí. ¡Estalla!,
y tú estas allí, pero te vas.
me fui
y lo deje volar.

el gran tute

el gran tute
y la vida al desnudo