jueves

20n sobre el 14n

Comienza, y yo voy de camino a casa. 
Me despide un ensayo perfumado de naranjos, un aroma que nos conduce y anuncia para todos un sábado imperecedero. Encontrarte, encontrarnos con la mirada, en ese mismo punto de la maravilla es bailar y flotar a la vez y admirarte y quererte más cerca y tenerte como un tesoro. Una lágrima o dos cayeron ya, resvalando por la pureza del momento y la consciencia de una suerte capital para mí, de tenernos.

Ese aroma de naranjos.
Ese sábado que aguarda. 

Me siento y Bach me guía en el trayecto. He cogido el metro y esta vez me ha gustado esperar, pues la espera equivale hoy a la protesta. Esperar por protestar como haré yo mañana. Abro la mochila y abro a Martín. Abro los ojos, los oidos, bajo un poquito la guardia. En un poema sobre el D.F., mi atención se acomoda en un grupo de palabras:

El agua en el vaso nunca deja de temblar,
por todas partes hay organillos anunciando el final
de los tiempos, o al menos el holocausto de la música,
las iglesias se hunden, los templos antiguos emergen
como si el responsable del fin del mundo
se estuviera desperezando
o hubiera decidido dejarlo todo en nuestras manos.   

En silencio, una lágrima gigante y distinta se me derrumba.
Desear será difícil cuando mis ojos despierten en unas horas y aún me recorre esa lágrima gigante y cautiva. Mi cuerpo mañana irá, pero mi mente sin imagen ni sonido tiene una cita ineludible. Mi cuerpo, en cambio, le pertenece a la responsabilidad de mi familia. Mi conciencia no pudo sugetarlo y esa lágrima me sigue atravesando.
Ahora mi cuarto en el chisporroteo de unas velas y un atún con pisto en tupper de plástico de Daniel. No he cocinado en casa. He subido a oscuras las escaleras. He abierto la puerta y dentro, el caos. Mi madre con las luces de posición y aterrizaje del pasillo, mi padre radiando la huelga como el eco del televisor y mi hermano matando marcianitos en vez de proteger su futuro. Curioso el camino que nos lleva desde el banquillo de retaguardia hasta las filas de los convocados.

Ahora mi cuarto. Este boli y este cuaderno. Tú y yo, y la necesidad de sentirme en la lucha. Se me acabó la manzana y la hoja. Me cruzas y te aparto.Mañana estaré y no estaré. Pienso en los que conquistaron estas colinas. Pienso en mis abuelos, en mis bisabuelos. Paro. En mi madre, en mi padre, en diciembre que se acerca y sus noticias asesinas. Me faltan lágrimas y tinta y hojas.
Lo hablamos y venciste. Pero la mano era mía, como mía era la apuesta.


Hubiera amanecido con el suelo jalonado de velas rumbo a la cocina...
Hubiera prestado mi voz a los vencidos ...
Así hubiera sido.

Soplo y apago el candil. Definitivamente hoy no estoy sola.     

martes

14N

Fuerza, amor y resistencia!

miércoles

Adulto extranjero

Esta tarde y esta noche han sido extrañas. Me he visto envuelta en muchos contextos distintos pero no he sabido controlarlos a mi antojo. No suelo saber y hoy, nuevamente, ha sido más de lo mismo.
Tu y yo somos esto, y tú y yo, somos aquello, para mí, tú eres más y tú menos, pero ahora tú vienes y tú no, pero tú, tú sí que eres más, tú parecías pero no,...

Os cuento algo curioso que me está pasando desde hace unos pocos días en mi trabajo.
Le estoy sirviendo el desayuno al poeta que ha escrito un libro que me estoy leyendo y me está enamorando verso a verso.
En ese pecado de comprar libros de la semana pasada, un compañero me recomendó el libro de su jefe. Un poeta asturiano, Martín López-Vega. Cada mañana, me esfuerzo para que la crema del café que le hago, el adorno de cacao sobre la crema, la temperatura de la leche, el número de azucarillos, la cucharilla pulcra y reluciente,...compensen el gozo de leerle. El gozo del encuentro de una sensación en el texto de otro. Cuando otra persona te regala el texto que viste, como una segunda piel,  algo que tú has sentido y que burdamente has pretendido explicar en repetidas ocasiones. De repente, ese mágico ser, ese poeta, te desliza tu vivencia convertida en un precioso juego de palabras bajo la luz, el espacio y el tiempo. Algunos ejemplos que le debo a Martín:

LEMA 

Deja sin contestar todas las preguntas
y atiende solo a lo que late.

***
INSTRUCCIONES PARA LA ELABORACIÓN DE COLORES PARA LA PINTURA

Para elaborar el color azul, recorta un pedazo
de este cielo de agosto y sumérgelo unos minutos
en un vaso de agua de mar: ganará en transparencia.
Naranjas, rojos y violetas te los regalaran el amanecer
y el ocaso si sabes cómo sonreirles.
Si necesitas del verde
no pidas nada a los árboles
pero arranca el manojo de hierbas 
sobre el que tu pelo haya estado acostado antes.
Y el dorado, el dorado recógelo cuidadosamente,
de tan frágil, de las esquirlas de este instante. 

***
DOS

---Desabrocharte
y
abrocharnos.

---Desnudarte
y
anudarnos.

... No hay crema que lo compense ni detalle que lo anule, siquiera lo iguale.

Este último es para tí, aunque hoy apenas hayamos sido:

CONTRA EL SENTIDO

Déjame, Sentido, no me des distancia ninguna
para mejor ver, quiero solo guardar
lo hermosa que fue la noche que nos lo robaron todo.
Quiero guardar la luna sobre el mar y las luces, a lo lejos,
de un edificio feo que nos anclaba a la tierra.
El silencio como la cuerda
en la que tender las confidencias,
el arrullo del mar y del alcohol compartido,
tu calculada timidez al cubrirte los pechos
mientras entrábamos en el agua,
mirándome para ver si te miraba.

Déjame, Sentido, sé que quien nos lo robó todo
mientras nos abrazábamos de noche, en el mar,
nos hizo un regalo. Quien nos hizo caminar desnudos
por Barcelona hasta que encontramos una cabina
desde la que llamar a la policia, mientras pasaba
el camión de la basura. Quien te ronó el ipod
nos regaló que escuchásemos en el mio Perfect Day.    

En mi cuaderno está escrito con tu letra:

El día perfecto.
Estábamos en la playa
y no tengo muchas cosas de las que tenía
y tengo un poco de frío.
Me gustaría un cigarrillo
pero Martín me da un beso
y eso está bien.
En la playa todo pasa como hay que ser.
Así me gusta a mi.
Si no hay ropa, no la hay. 

Déjame, Sentido, que tú no sabes y yo sí sé
que algo que tú no explicas
se me reveló aquella noche
en que íbamos desnudos por Barcelona
ateridos, asaltados, indigentes, incomunicados,
sin poder parar de reír,

absurda y definitivamente felices.

sábado

Principio de Desvelo

Hoy me he permitido el pecado de comprar algunos libros de poesía en La Central, donde trabajo.
Abro el primero, página al azar. Como ya me ha pasado en otras ocasiones, encuentro como si de una polaroid se tratase, un instante plenamente vivido, una sensación ya paladeada.

PRINCIPIO DE DESVELO
sofía Castañón

La niña no duerme.
La niña entiende que dormir
es perderse el verdadero sueño.
La niña ha descubierto la noche,
el silencio invasor,
ha conocido las sombras
que las manos hacen
desde una luz
todavía baja.

La niña no duerme.
Piensa
(su padre baila y ella no
debe dormir).
Custodia
el recuerdo,
la unión de una familia.

Padre que baila en la noche,
niña que abre los ojos a otra niña,
aquella en ese mismo momento nace:
la niña que pasará miedo.
Porque los árboles crecen,
porque en la noche hay gente
gente que viene,
porque a la mañana le llega
insoportable
otra mañana.

viernes

un 20 de octubre, un regalo, un cariño


Aquí os dejo un regalo que he hecho hace poquito.
Es el resultado de muchos cariños distintos y, entre todos ellos, una noche en la que me emocioné como pocas veces al contemplar, oir y disfrutar la fuerza de lo colectivo.

Ante ustedes El teatrillo de Papel Jovellanos

(si queréis verlo más grande, pichad sobre la imagen)

el gran tute

el gran tute
y la vida al desnudo