lunes

Símbolo


Símbolo,
oscuro disfraz
del destino.

Ocho quiere decir:
Amor.
Nueve, ¡quién sabe!.
Sería preciso
dejar de ser
hombre. Pero
es sabido
- y a todo el mundo consta -
que detrás del color
amarillo
se oculta una traición:
la más frecuente: ¡Cuidado!.
Engañan las palabras,
las cifras, los sonidos.
Nada es lo que parece.
El peligro
está detrás de todo.
Hará falta moverse
con mucho
sigilo
para no tropezar
con el hierro
que nos desgarraría el alma fatalmente.
El secreto es sencillo:
confianza y desconfianza, olvidar
lo aprendido,
cerrar los ojos si
lo evidente se ensaña
con nosotros, pronunciar las palabras
elementales, llorar
de cuando en cuando, vivir como si nada
hubiese sucedido.

El agua está clara significa: espera.
Restos de luz en el atardecer: olvido.


Ángel González

jueves

MENÉATE!

Últimamente no me apetece mucho escribir asi que ...

sábado

18:18


He batallado con la Gran Manzana Fuji y he vencido.

Antes cayó el melocotón; pero era una fruta blanda y no opuso resistencia.


...

Ahora me haré la caníbal.

miércoles

Vayasé señor agosto !

EL Verano es un tiempo confuso para mi.

Deseando que llegue y en cuanto mi cuerpo alcanza el punto de cocción, que suele ser al segundo día que pega con ganas, ya estoy deseando que se largue por donde ha venido con todos sus rayos y sus fanfarrias.
¡Maldito verano! Con sus tiempos muertos; si! si! Muertos!.No estan cansados, no se van de vacaciones, los tiempos en verano se mueren, se queman bajo el sol.

¡Odioso verano!.
Ojalá solo durases lo que dura la horchata que me tomé en la plaza, ojalá te fueras tras pegarme un baño en la piscina, solo estuvieras conmigo el tiempo que durá la sandía en la nevera o lo que tardo en prepararme una ensalada de tomate.
Si fueras leve y pasajero. Si vinieras en mitad del invierno, tan solo por unas horas en Enero; queridísimo verano, serías mi heroe y te querría para siempre.
Ven justo al salir de la ducha en Diciembre, cuando aún sin amanecer hay que pelearse con las calles de Febrero. Ven entonces si te atreves. ¡Cobarde!

Tú no sabes lo que es pasar el invierno, pero a pesar de eso lo prefiero a él antes que a tí.
Él me cuida y me arropa; me inspira y me promete mejores tiempos. Es momento de reuniones y de cafeses con leche. En invierno puedo estar triste.
¿Tú que me ofreces? Derrites mis helados, calientas el aire que me refresca, me dejas salir solo cuando te apagas y me dejas sola en la ciudad. Ni siquiera tienes playa, verano mío. ¿Qué clase de verano eres?

Ni siquiera me pones morena, ni siquiera me dejas viajar. No puedo descansar contigo cerca. Estoy siempre cansada y acalorada, pienso en irme lejos según te veo aparecer, en buscar lugares fríos y racionales, donde lo que vea no sean espejismos debidos a la sed o reflejos de tu dichoso sol.

Verano. Te respeto pero, a ver si ya te largas.

(Llovió en Madrid el domingo y al día siguiente me compré un jersey en las rebajas.)

¡Estoy deseando que se vaya este calor y este verano incierto!.

¡Vivan las mantas,
las tilas y el tequila,
las bufandas, el aire frío
y el olor a naftalina!

He dicho!


el gran tute

el gran tute
y la vida al desnudo