Esta tarde y esta noche han sido extrañas. Me he visto envuelta en muchos contextos distintos pero no he sabido controlarlos a mi antojo. No suelo saber y hoy, nuevamente, ha sido más de lo mismo.
Tu y yo somos esto, y tú y yo, somos aquello, para mí, tú eres más y tú menos, pero ahora tú vienes y tú no, pero tú, tú sí que eres más, tú parecías pero no,...
Os cuento algo curioso que me está pasando desde hace unos pocos días en mi trabajo.
Le estoy sirviendo el desayuno al poeta que ha escrito un libro que me estoy leyendo y me está enamorando verso a verso.
En ese pecado de comprar libros de la semana pasada, un compañero me recomendó el libro de su jefe. Un poeta asturiano, Martín López-Vega. Cada mañana, me esfuerzo para que la crema del café que le hago, el adorno de cacao sobre la crema, la temperatura de la leche, el número de azucarillos, la cucharilla pulcra y reluciente,...compensen el gozo de leerle. El gozo del encuentro de una sensación en el texto de otro. Cuando otra persona te regala el texto que viste, como una segunda piel, algo que tú has sentido y que burdamente has pretendido explicar en repetidas ocasiones. De repente, ese mágico ser, ese poeta, te desliza tu vivencia convertida en un precioso juego de palabras bajo la luz, el espacio y el tiempo. Algunos ejemplos que le debo a Martín:
LEMA
Deja sin contestar todas las preguntas
y atiende solo a lo que late.
***
INSTRUCCIONES PARA LA ELABORACIÓN DE COLORES PARA LA PINTURA
Para elaborar el color azul, recorta un pedazo
de este cielo de agosto y sumérgelo unos minutos
en un vaso de agua de mar: ganará en transparencia.
Naranjas, rojos y violetas te los regalaran el amanecer
y el ocaso si sabes cómo sonreirles.
Si necesitas del verde
no pidas nada a los árboles
pero arranca el manojo de hierbas
sobre el que tu pelo haya estado acostado antes.
Y el dorado, el dorado recógelo cuidadosamente,
de tan frágil, de las esquirlas de este instante.
***
DOS
---Desabrocharte
y
abrocharnos.
---Desnudarte
y
anudarnos.
... No hay crema que lo compense ni detalle que lo anule, siquiera lo iguale.
Este último es para tí, aunque hoy apenas hayamos sido:
CONTRA EL SENTIDO
Déjame, Sentido, no me des distancia ninguna
para mejor ver, quiero solo guardar
lo hermosa que fue la noche que nos lo robaron todo.
Quiero guardar la luna sobre el mar y las luces, a lo lejos,
de un edificio feo que nos anclaba a la tierra.
El silencio como la cuerda
en la que tender las confidencias,
el arrullo del mar y del alcohol compartido,
tu calculada timidez al cubrirte los pechos
mientras entrábamos en el agua,
mirándome para ver si te miraba.
Déjame, Sentido, sé que quien nos lo robó todo
mientras nos abrazábamos de noche, en el mar,
nos hizo un regalo. Quien nos hizo caminar desnudos
por Barcelona hasta que encontramos una cabina
desde la que llamar a la policia, mientras pasaba
el camión de la basura. Quien te ronó el ipod
nos regaló que escuchásemos en el mio Perfect Day.
En mi cuaderno está escrito con tu letra:
El día perfecto.
Estábamos en la playa
y no tengo muchas cosas de las que tenía
y tengo un poco de frío.
Me gustaría un cigarrillo
pero Martín me da un beso
y eso está bien.
En la playa todo pasa como hay que ser.
Así me gusta a mi.
Si no hay ropa, no la hay.
Déjame, Sentido, que tú no sabes y yo sí sé
que algo que tú no explicas
se me reveló aquella noche
en que íbamos desnudos por Barcelona
ateridos, asaltados, indigentes, incomunicados,
sin poder parar de reír,
absurda y definitivamente felices.