Hacia mi casa,
tú y yo, agotadas,
en mi cabeza.
Leo y me entretengo
de tí.
De tí y de mí
en mi cabeza.
lunes
A tres horas 4.5
El sol reclama sus horas
el cuerpo guarecido.
Esperando, la casa,
posesiva. Él, dos acordes
anuncian Beirut.
Unos arreglándolo todo
en prosa comprensible,
saboreando el condicional.
El debería. Las risas.
Otros tumbados ya
en piscinas de verano y tesis.
De garbeos, airearse
uvas postreras.
Un espacio para mí,
foco en el papel
que ahora es mi hogar
mano en el lapiz
que me ablanda los labios.
Certezas y urgencias
de habitación en habitación.
El vapor inseguro
emulsionado en mis sudorosas manos
me alcanza en una bofetada.
Hace un rato que te robé
y aparté de tí algún aroma,
Esperanza, ahora te reservo.
Te llevaré arrastrando
hasta el concreto.
el cuerpo guarecido.
Esperando, la casa,
posesiva. Él, dos acordes
anuncian Beirut.
Unos arreglándolo todo
en prosa comprensible,
saboreando el condicional.
El debería. Las risas.
Otros tumbados ya
en piscinas de verano y tesis.
De garbeos, airearse
uvas postreras.
Un espacio para mí,
foco en el papel
que ahora es mi hogar
mano en el lapiz
que me ablanda los labios.
Certezas y urgencias
de habitación en habitación.
El vapor inseguro
emulsionado en mis sudorosas manos
me alcanza en una bofetada.
Hace un rato que te robé
y aparté de tí algún aroma,
Esperanza, ahora te reservo.
Te llevaré arrastrando
hasta el concreto.
A tres horas 3.5
Y ¿Cómo leerás tú lo que
escribo?, si es que lo lees.
" Me pregunto qué puedo hacer contigo
y hago un pseudopoema
que tú nunca leerás
- o si lo lees,
en vez de una punzada de nostalgia,
provocará tu sonrisita crítica"
escribo?, si es que lo lees.
" Me pregunto qué puedo hacer contigo
y hago un pseudopoema
que tú nunca leerás
- o si lo lees,
en vez de una punzada de nostalgia,
provocará tu sonrisita crítica"
A tres horas 2.5
Ahora las horas son mías
y yo, soldado deserto.
Y mi cuerpo no es.
Y mi alma no está.
Y el sentido,
y la dirección ya
no se buscan.
Pausa.
y yo, soldado deserto.
Y mi cuerpo no es.
Y mi alma no está.
Y el sentido,
y la dirección ya
no se buscan.
Pausa.
A tres horas 1.5
El sol yace bajo
el poniente iracundo.
La humanidad descansa.
Leo y escribo, seguidamente.
Mi mano habla de mí,
mientras
mi ojo insolado persigue
un lapiz que no descansa
de su tarea.
El surco susurrado,
canto de una mano
sobre el papel.
Algunos recostado.
De fondo, el resto y
los acordes de Beirut
en el ukelele. El estracto
de lavanda emulsiona
en mis sudorosas palmas
y habita como un recuerdo
en mis sentidos.
el poniente iracundo.
La humanidad descansa.
Leo y escribo, seguidamente.
Mi mano habla de mí,
mientras
mi ojo insolado persigue
un lapiz que no descansa
de su tarea.
El surco susurrado,
canto de una mano
sobre el papel.
Algunos recostado.
De fondo, el resto y
los acordes de Beirut
en el ukelele. El estracto
de lavanda emulsiona
en mis sudorosas palmas
y habita como un recuerdo
en mis sentidos.
jueves
Palabra de Rilke
Dice Rilke
Evite usted añadir más materia a ese drama que siempre hay en tensión entre padres e hijos; consume mucha fuerza de los hijos y gasta el amor de los mayores, que obra y calienta aún cuando no comprenda. No les pida ningún consejo, renuncie a ser comprendido por ellos, crea solamente en un amor que está guardado para usted como una herencia y confíe en que en ese amor hay una fuerza y una bendición que pueden acompañarlo tan lejos como usted vaya.
Y el azár ha hecho que pase por estas lineas justamente hoy.
Y las lágrimas han hecho el resto.
Evite usted añadir más materia a ese drama que siempre hay en tensión entre padres e hijos; consume mucha fuerza de los hijos y gasta el amor de los mayores, que obra y calienta aún cuando no comprenda. No les pida ningún consejo, renuncie a ser comprendido por ellos, crea solamente en un amor que está guardado para usted como una herencia y confíe en que en ese amor hay una fuerza y una bendición que pueden acompañarlo tan lejos como usted vaya.
Y el azár ha hecho que pase por estas lineas justamente hoy.
Y las lágrimas han hecho el resto.
miércoles
cuatroseistrece
El cariño,
hermano putrefacto del amor,
el verdadero encuentro.
La conquista mutua
y pasear detrás, viéndolo
desfallecida.
Desear esa mentira acompañada,
desear, deseos de fingir
por no ser más, lo único.
La guardiana del íntegro capricho.
La amante cercenada.
hermano putrefacto del amor,
el verdadero encuentro.
La conquista mutua
y pasear detrás, viéndolo
desfallecida.
Desear esa mentira acompañada,
desear, deseos de fingir
por no ser más, lo único.
La guardiana del íntegro capricho.
La amante cercenada.
De nuevo
Y como tú dices,
volverán los calabacines,
el oporto si cabe, las terrazas,
el olor a cloro,
la piscina de Vallecas.
Como vuelven los amigos de la diáspora,
como los lunes,
como se retoman los amores y las dudas.
Los libros que se deslizan
placidamente por la comisura
de tus carnosos labios
y se abandonan,
como se emprenden viajes,
como se acortan las mangas y los bajos,
se añoran los coros,
se conquistan nuevos bares
y se abren
ventanas y balcones.
Se vencen los miedos
como se descubren
los incómodos silencios
el fecundo olvido
las viejas intenciones;
como se vive,
como seguimos juntos
y seguiremos,
como vuelven los calabacines.
volverán los calabacines,
el oporto si cabe, las terrazas,
el olor a cloro,
la piscina de Vallecas.
Como vuelven los amigos de la diáspora,
como los lunes,
como se retoman los amores y las dudas.
Los libros que se deslizan
placidamente por la comisura
de tus carnosos labios
y se abandonan,
como se emprenden viajes,
como se acortan las mangas y los bajos,
se añoran los coros,
se conquistan nuevos bares
y se abren
ventanas y balcones.
Se vencen los miedos
como se descubren
los incómodos silencios
el fecundo olvido
las viejas intenciones;
como se vive,
como seguimos juntos
y seguiremos,
como vuelven los calabacines.
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