lunes

En los senderos no transitados

En los senderos no transitados,
En la vegetación que crece en los márgenes de las charcas,
Fugitivo de la vida ostentosa,
De todas las maneras promulgadas, de los placeras, de las ganancias, convenciones,
A los que durante mucho tiempo he ofrecido sacrificios para alimentar a mi alma,
Son claras para mi ahora las normas aún no promulgadas, es claro para mi que el alma,
Que el alma del hombre por el cual hablo, se regocije con los camaradas,
Aquí solo, lejos del bullicio del mundo,
Adaptado a las cosas, escuchando aquí las palabras de las lenguas aromáticas,
Ya sin rubor (pues en este lugar retirado puedo expresarme como no me atrevería a hacerlo en otra parte),
Bajo el peso de una vida recatada y que, no obstante, encierra todo lo demás,
Resuelto a no cantar hoy día otros cantos que los de la adhesión viril,
Los proyectos a lo largo de esta vida substancial,
Dejo como herencia los tipos de amor atlético,
En esta tarde de este delicioso septiembre de mi año cuadragésimo primero,
Empiezo, para todos aquellos que son jóvenes, o lo han sido,

A revelar el secreto de mis noches y mis dias,
A celebrar la necesidad de los camaradas.

Walt Whitman, Calamus

el gran tute

el gran tute
y la vida al desnudo