Días que la vida te exprime; el vecino no te saluda, sientes que tu cuerpo se marcha y te mareas, quizá alguien muera pronto y se apague para siempre el faro que te guía, y se acabe el concierto y te pierdas, choquen los sueños, te atormentan los mordiscos, y más que tu padre te exige, tus horas se estiran y planas trepan por tu espalda, se cuelgan de tu trapecio, te duelen, te amargan, te cueces una tila, pones música, te acobardas…
Todo lo que siempre quise ser es libre y cada vez más lo soy, pero me cuesta.