A raiz de la exposición programada en el thyssen, se me viene a la memoria, la primera vez que vi una obra suya, en el Reina Sofia,....me falto la butaca y las palomitas para tirarme ahi toda la tarde deshaciendo los argumentos sumergidos en esa luz perezosa, cenicienta, dulce y blanca que tanto gusta al pintor. Recorriendo lo que puede ser una de cuantas estampas aceitosas tiene la vista privilegiada de cualquier ave de la urbe.