Y (pausa) ¿Por qué bailas así?
Pues no lo sé. Adolezco de fugaz felicidad
me hincho y reboto, e incluso floto.
Soy alta atalaya y me nutro de aire
limpio y vacío, los párpados
en tiempo intermitente. Húmeda.
Hasta que pase la nube, mientras
recuerdo.
Hejira me escolta,
suelto lo que inspiro en compases. Ruge.
Mi príncipe del aire.
- Se me escapan malditas,
las horas que guardaba para ti.-
Ya no te las guardo más. No te busco más.
Ya solo me tengo.
Llega de nuevo la brisa primaveral.
Ahora pretendo
la manera de quererme.
Pues ya no hay rima, ya no hay roto, ya no hay espacio para ti.
Ya no hay ni habrá suficiente...