Solo ser ciudad algunos pasos
ser un mientras de rudas despedidas
y brotar cruel de las heridas
enhebrando el grito mudo de tus abrazos.
No surgió, mintiendo a sus razones,
desterró las lágrimas del plato
y eligió seguir eterna en las canciones
que llegaban de viaje a sus zapatos.
Ser mujer, ser diva y ser honesta;
un zaguán de sacos con alpiste.
Olivar erguido en la meseta
de tu piel dulzona en verbo triste.
Coincidió con él en varias guerras,
convirtió su huerto en lustroso pelaje
y volvió abrigado de miserias,
cascarón sediento de oleaje.
Un mantel ubérrimo de rosas:
el menú y la tarta de la casa.
Será miel de versos y de prosas
descubrir tu amor de forma inmediata.
Y ser cuerpo muerto cada día
y ser fiel reflejo a cada noche
ser cual ave de paso en el reproche,
la nota grave del valor; medida de entropía.