El Ayuntamiento 'olvida' la vía en el eje Prado-Recoletos y en las zonas peatonales - Un 'comando' ciclista exige al alcalde avanzar en la movilidad sostenible
DANIEL VERDÚ / PILAR ÁLVAREZ - Madrid - 07/02/2010 EL PAÍS
Madrid vive una transformación urbana sin precedentes. No hay duda. Pero con un obstinado olvido. El Ayuntamiento ha dejado de lado el carril-bici, tan cacareado como poco desarrollado hasta la fecha. El último ejemplo está en la remodelación parcial del eje Prado-Recoletos.
Madrid vive una transformación urbana sin precedentes. No hay duda. Pero con un obstinado olvido. El Ayuntamiento ha dejado de lado el carril-bici, tan cacareado como poco desarrollado hasta la fecha. El último ejemplo está en la remodelación parcial del eje Prado-Recoletos. El Consistorio acaba de gastarse unos 15 millones de euros en reformar el tramo que va de Colón a Cibeles, la glorieta de Atocha y la plaza de las Cortes. Pero en ninguno de ellos hay un carril-bici, aunque era un compromiso incluido en el proyecto y estaba en el Plan Director Ciclista.
Pero no hay ni rastro de una vía especial para bicicletas. Y nadie sabe nada. La Concejalía de Urbanismo, encargada del desarrollo del proyecto, asegura que Movilidad lo paralizó porque estaba estudiando ubicaciones en el Plan Director Ciclista que podían solaparse con dicha ruta. Por su parte, la concejalía de la que depende dicho plan asegura que no sabe de qué está hablando Urbanismo e insiste en que son "ellos quienes diseñan y deciden lo que se incorpora o no al proyecto".
Un centenar de ciudadanos, entre los que hay actores, músicos, abogados o arquitectos, ha escrito una carta al Ayuntamiento para protestar por la situación. Forman parte del grupo que realiza el 0,4% de desplazamientos diarios en bici, según los borrosos datos municipales, que carece de un recuento oficial de ciclistas. Están lejos del 36% de Copenhague o el 10% de Berlín. Algunos participan en las marchas de Bici Crítica que cada último jueves de mes revolucionan el centro con miles de bicicletas invadiendo juntas la calzada. Todos esperan los 575 kilómetros de carriles prometidos por el Ayuntamiento para 2016. Pero no llegan.
La respuesta que han recibido por el descuido de Recoletos es más precisa que la de este periódico, pero igualmente inquietante. El Ayuntamiento prefiere esperar a que esté toda la reforma del eje Prado-Recoletos terminada (la Comunidad todavía tiene que autorizarla, y puede ir para largo). Pero reservar un espacio y señalizar un carril-bici habría sido menos costoso (en tiempo y dinero) en pleno proceso de obras que cuando haya que volver a levantar el suelo.
Además, la idea, dicen, es que el tramo de carril-bici de Cibeles a Colón sea una vía mixta. Es decir, que se utilice una de las vías de servicio del paseo para que la compartan automóviles y bicis.
Las últimas reformas que han convertido importantes calles en zonas peatonales tampoco incluyen en la práctica carril-bici. Por ejemplo, el nuevo eje para viandantes que va desde la plaza de Canalejas hasta Ópera (pasando por Sol y Arenal) carece de dicha vía especial. Y eso a pesar de que estaba proyectada en el Plan Director Ciclista.
Para eso, el Ayuntamiento tiene otra respuesta que lanza con una nueva concejalía que se suma a este embrollo. "Son zonas eminentemente peatonales, por eso no se ha hecho el carril. Además, todo el mallado del plan va desde fuera de la ciudad hacia el centro. Entonces se van haciendo los ramales y todavía está en progresión hasta el interior", explica una portavoz de Obras y Espacios Públicos, la tercera concejalía en discordia.
"Hay una actitud un poco esquizofrénica. La gente responsable de las obras ignora totalmente el plan, y por otro lado sacan el proyecto de Mybici o proyectan carriles en los nuevos ejes que luego no están", reflexiona la cantante Christina Rosenvinge, firmante de la carta. Ella defiende la bicicleta como medio alternativo, como el ingeniero Juan Rey o el mensajero Iván Lapausa, que lleva media vida subido a una bici. Todos, incluidos la arquitecta Belén Moneo, entonan una suerte de "Yes we can" de la bici. Pero los que mandan, creen, tienen que quererlo.