Es muy difícil comentar esto con vosotros ( Formas de nominativo de 2.ª persona plural en masculino y femenino ).
El tema nos toca a todos … a cuantos pasamos los días yendo y viniendo de la casa a la cama, de la cama a la escuela, de la escuela a la calle.
Todos lo hemos visto, pero nadie antes se ha atrevido a comentarlo, siquiera a hacer una mención sobre este asunto.
Pero los tiempos de ignorar el problema han pasado. Ahora debemos ponerle cara al dolor, darle voz a esta encrucijada que desafía nuestra moral hasta lo más profundo.
¡Amigos!, qué digo amigos, dejadme que por un día os llame hermanos. Todos sabemos el dolor que crece en nuestras almas;. El guante negro huérfano de mano que habita en el arcén del acceso al parking de alumnos de nuestra amantísima escuela. ¡Ya lo he dicho!¡Ahora nos atañe a todos!
Sí, sé que intentáis no mirar cuando pasáis frente a él. Sé que os duele como a mi, el destino que ha corrido un objeto tan útil y ponible.
Pero, la vida de un guante es dura, y cuando caes al suelo, ya no te levantas nunca más. Antes vivías en un hogar, con tu guante hermano espejo, dormías en el cajón o en el bolso, hacías juego con otras ropas, viajabas si había suerte, conocías otros tejidos.
Ahora yaces en el suelo. Nadie jamás volverá a verte igual. Tú sigues siendo el mismo pero ahora sucio y solo nadie te quiere.
Lo mejor que te puede pasar es que alguien te coja y te done. Sino, ya nunca serás de ninguna mano fría, ya nunca serás algodón de lavadora.
Huérfano siempre, culpa de un movimiento demasiado rápido, de un descuido, un gesto de algún despistado que no reparó en tu caída. No supo que ese pequeño gesto te cambio la vida. De algodón a basura.
Cuando paseis, allá donde murió, reparad en que pisais el escenario de un crímen. Una de tantas cotidianidades que van mermando el aire de nuestros espíritus cansados.