Entre tu casa y la mía
hay un conde y un marqués,
hay plantas defensivas,
hay plazas que remontan
un barrio herido por falta
de gozos y de aire.
Hay ferias, hay farmacias,
bar alegrías
molino alemán
ochocientos metros
una lámpara de araña, veintitantas farolas.
Hay contenedores y hay palés.
Entre tu casa y la mía
hay euromiles y todoacienes
tiendas de delicias peruanas
clínicas del pié,
calles que se cruzan
personas que se encuentran
aceras y calzadas
mascotas y macetas.
Habitan jóvenes y prostitutas,
residen familias y sueñan parejas.
Una parada enhebra azúl nuestros anhelos
un paseo nos acerca y nos separa.
Entre tu casa y la mía
la tierra se eleva y te sumerge
las torres te hacen marchar y se quedan
la luna se presenta y te saluda
antes de amanecer tintada de mediodía.
Las nubes nos protegen de la lluvia
que arrecia, que nos distingue
unos tejados que nos esperan,
unas palabras anudadas
una realidad, una quimera.