Hoy yace desfallecida
la dolorida sombra
de un engaño pretendido
incluso dulce, diría.
Amó más, aquella, la trama
que el desenlace.
No hay regreso posible,
solo existe la severidad
de lo mismo, y el tiempo.
Llega un adiós a esta compañera,
ahoga el momento
de lo que fue,
que jamás será
y quizá nunca sería.