Últimamente el noticiario me deja sin habla, lo que pasa fuera y dentro de mis paredes cotidianas hace que cualquier palabra resulte grosera. Calla y sigue caminando. Ten presentes tus motivos, acuérdate de todo por un instante y olvídalo al siguiente. Déjalo ir, no escribas cartas a gente que no quiere recibir noticias, no te despidas, no te detengas, no te canses, no te duermas antes de tiempo, haz de la vida lo que tu sabes que puede llegar a ser y come equilibradamente. Haz deporte, haz la compra, no permitas que se te seque la piel, ten cuidado con este clima tonto que resfría igual que acalora. Pierde la noción del tiempo pero no abandones tu Norte, no prestes tu ruta, no mezcles tus llaves, ríete de la duda, acaricia tu aire y tu espacio, rómpete de locura, gira mientras aún quede un horizonte, vuelve pronto a casa, no pidas nada, elige el todo y las partes, bajo la luz y la sombra y los dibujos del aire. Muerte a la extravagancia del aburrimiento, vigila tu espalda, acuérdate de la postura correcta, pretende la felicidad pero no la llames, olvídate de lo hueco y enfoca, se cotidiana, se diaria, se tu misma, no te frustres, no te cohibas, no te enciendas, no te ralles, no lo pienses, cuenta lo justo, no balbucees ni llores pues al fin y al cabo es la vida de lo que hablas. Una vida más. Tiende la ropa, guarda el pan, corrige la postura, sintoniza la tele, piensa en positivo, no pienses en él, no te aflijas, no te duermas, no te canses.
En la tele no echan nada, son las dos y media y no puedo dormir pero tengo sueño. No puedo escribir pero hay veces que no poder hacer algo no quiere decir absolutamente nada. No puedo pensar en otra cosa.
En la tele no echan nada, son las dos y media y no puedo dormir pero tengo sueño. No puedo escribir pero hay veces que no poder hacer algo no quiere decir absolutamente nada. No puedo pensar en otra cosa.