Hoy tampoco remonto el espíritu tanguero, creo que dejaré mi destino, sea sol o nubarrones, en las brasas de la empanadilla sabadeña ... oh tierna quinta esencia de la fritanga! líbrame de mí, aléjame del vacío de la tribulación cíclica, a los pastos donde tu relleno nace quiero viajar, no permitas a mi alma ufanarse cobarde, tornala alegre y embriagada de licores. Que no junte los puntos, que no vea el horizonte, que solo coteje cada extremo cuando lo alcance y que me escriba, cuando acierte a dibujar cada aleatorio lunar que construye un dorso desnudo.