domingo

de donde venga la felicidad

Hay gente que vas conociendo a lo largo de los años, sin los que no serías quien eres. Gente que te modela; abre tus ojos a posibilidades remotas; gente que te enseña, no conscientemente, sobre la generosidad y sobre la inocencia; sobre la valentía y la rabia de quien espera lo mejor a cada instante. Lo no conforme de lo joven y una piel aún tensa frente a la vida; límpia de los surcos de la decepción.

Hacia ella va este poema, viajando a traves de la meseta, sorteando las familias y los vicios, sorteando lo que nos ha tocado, pues al final, mejores o peores las circunstancias y los tiempos, somos muchos los que sabemos quererte.

Si recuerdo quien fui, otro me veo,
y el pasado es un presente en el recuerdo.

Quien fui es alguien que amo
aunque tan sólo en sueños.

Y la saudade que me aflige la mente
no es de mí ni del pasado visto,
sino de quien habito
tras de los ojos ciegos.

Nada, salvo el instante, me conoce.
Y mi mismo recuerdo es nada, y siento
que quien soy y quien fui
son sueños diferentes.


Fernando Pessoa

el gran tute

el gran tute
y la vida al desnudo