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Leona tu eres
entre todas las mujeres,
reina del vodevil
y de la pasta sutil,
de la charla larga entre algodones,
tejiendo atenta los jirones
de nuestra entretela.
La vida que se desvela
y yo duermo.
Amanece y se despereza,
la tierna amante de la ceja poblada,
rizos con café y cereales por la mañana,
pegada la almohada a la comisura.
Remangando con mesura
cada retazo del tiempo,
apartando la amargura y ofreciendo
una bocanada de aire
al próximo reflejo.
Mirarse al espejo.
Mirarse al espejo es siempre,
cuanto menos, complicado;
pero alarga la mano
hacia cualquier otro lado
y (en)tiéndete.
Toda tu vida te cubre y te impulsa.
Guarda la duda en un altillo
y tiñe de un sol amarillo
el abrazo que te lanzo.
-Calmate cariño,
que pronto empieza el nuevo día
y eso siempre resultará extraordinario-.
para Bea
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